La zona norte de Tenerife se caracteriza por una menor afluencia de turistas por lo que es más sencillo adentrarte en la cultura y conocer sus gentes.
Además el clima también es diferente. Mientras que en el sur encontramos un clima más árido y caluroso con vegetación más llana y sin montañas, en el norte el clima es más atemperado, y mires donde mires siempre encontrarás gran vegetación y mucho verde. De esta forma hay muchas rutas para realizar senderismo en la zona norte y disfrutar de la naturaleza.
Finalmente, en el norte hay una gran cantidad de playas, algunas de ellas difíciles de acceder por lo que son más silvestres y merecen más la pena. Las playas en el norte son de arena negra volcánica, mientras que las del sur son de arena blanca. Algunas de estas también son preciosas pero la mayoría están sobreexplotadas.
La Orotava
El casco antiguo de La Orotava fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1976 y también está incluido en el Inventario de Protección del Patrimonio Cultural Europeo como Conjunto Monumental. Además, es destacable que gran parte del parque nacional del Teide (declarado Patrimonio de la Humanidad en 2007) se encuentra dentro de su término municipal.
Al pasear por sus calles se puede ver claramente que la Villa de La Orotava es la única ciudad de Canarias con un centro histórico casi enteramente intacto. Las impresionantes fachadas de las casas junto con la historia que transmiten permite disfrutar de un bonito paseo por las subidas y bajadas de la ciudad.
Nuestro recorrido empieza en la Plaza Casañas donde se encuentra la Iglesia de Nuestra señora de la Concepción. Su impresionante fachada es la muestra de barroco más importante existente en la isla de Tenerife.
En la parte derecha de la iglesia encontramos una plaza ajardinada dedicada a los Alfombristas de la Orotava.
Las famosas Alfombras de La Orotava, realizadas con flores y arena volcánica procedente del Parque Nacional del Teide, se crean para las fiestas del Corpus (entre los meses de mayo y junio). En la Casa del Turista hay una exposición permanente de esta tradición que comenzó a tomar importancia a mediados del siglo XIX.
Siguiendo nuestro recorrido tomamos la calle trasera de la iglesia y vamos subiendo hacia arriba donde encontramos la Casa del Lercaro en la que se puede entrar para visitar el interior. Esta casa perteneció a una noble familia asentada en la isla de Tenerife tras la conquista, Ponte, Lugo, Grimaldi, Fonte y Rizo.
Justo enfrente encontramos el Molino del Gofio, un antiguo molino de agua donde hoy se fabrica y vende gofio. Se trata de maíz molido y tostado que se suele comer con potajes, mezclado solo con azúcar y a cucharadas. El gofio es uno de los elementos más importantes de la gastronomía canaria.
Si seguimos cuesta arriba encontramos la casa de los Balcones. Es una casa antigua y señorial, perteneciente a una familia muy pudiente. La fachada es espectacular, ya sea por el bonito diseño junto con los impresionantes balcones que la componen. En su interior encontramos un museo, donde antiguamente estaban las habitaciones principales.
Al otro lado encontramos la casa del Turista, como ya he dicho se puede visitar y dentro encontramos un museo de alfombras.
Si seguimos subiendo llegamos hasta la Iglesia de San Francisco y el Hospital de la Santísima Trinidad. Siguiendo a mano derecha llegamos a la parte de atrás del jardín Botánico Hijuela que depende del Jardín de Aclimatación de La Orotava situado en el Puerto de la Cruz. Un lugar donde aquellas especies tropicales traídas a la isla se adaptaban al clima europeo antes de dar el salto a la península.
Un poco más adelante aparecen los Jardines Victoria o los Jardines del Marquesado de la Quinta Roja. Se trata de un conjunto de terrazas ajardinadas que miran hacia el mar, disfrutando de unas vistas a toda la ciudad.
Finalmente, ya de vuelta hacia la Iglesia de Nuestra señora de la Concepción llegamos al ayuntamiento de Orotava. Es edificio neoclásico de color rosa con una enorme plaza que lo introduce y dónde se realiza la fiesta de la realización de alfombras cada año.
No pudimos entrar en ninguna de las casas-museo de Orotava, entendemos que debió ser por el tema coronavirus, pero aun así dar el paseo por la preciosa ciudad ya mereció la pena. Cansados de dar vueltas nos decidimos asomarnos a la ciudad colindante de Puerto de la Cruz.
Puerto de la Cruz
Puerto de la Cruz fue originariamente un pequeño pueblo de pescadores (conocido como Puerto de la Orotava) que pronto se convirtió en puerto comercial del norte de la isla. No hace mucho comenzó a sufrir una importante transformación al incorporarse la industria del turismo llegando a convertirse en la principal ciudad turística de Canarias.
Es una de las ciudades más grandes y turísticas del Norte de Tenerife. Donde se alojan la mayoría de los resorts turísticos de la zona. Este es unos de los motivos por los que solo llegar al centro ya nos dimos cuenta que no iba a ser santo de nuestra devoción.
El primer sitio al que fuimos fue la Plaza del Charco, allí encontramos una preciosa cafetería-restaurante llamada Compostelana Club Café donde nos sentamos a descansar de y tomarnos un café mientras decidíamos nuestros próximos pasos.
Al final decidimos dar un paseo por el centro y ver qué nos escondía la ciudad. Fuimos hacia la zona del puerto donde se encuentra la Playa del Puerto. Tiene cierto encanto a pesar de estar en el centro de la ciudad en reparación por lo que estaba llena de grúas.
Una vez en el puerto si vas paseando hacia la izquierda llegarás a la Playa Jardín y el Castillo de San Felipe. En cambio si te desvías hacia la derecha, pasando por la Batería de Santa Bárbara y la playa de San Telmo llegarás hasta El Lago Martiánez y la Playa Martiánez.
Nosotros queríamos hacer un breve paseo por el centro por lo que fuimos tranquilamente por el paseo de San Telmo y la Batería de Santa Bárbara, desde el que se aprecian unas bonitas vistas del puerto y la ciudad.
Finalmente nos adentramos un poco en la ciudad y nos encontramos con la Iglesia Nuestra Señora de la Peña Francia, construida sobre un ermita en el siglo XVII, una de las más importantes de la ciudad. Se encuentra situada en una preciosa plaza llena de palmeras y dragos con una bella fuente en el centro.
Una de las cosas más importantes a hacer en la zona de Tenerife norte es ir a un Guachinche. Es un restaurante construido en los patios de las casas y donde ponen comida casera totalmente. Es una costumbre muy habitual entre la gente de la zona por lo que si estás de visita por aquí se debe hacer.
A nosotros nos recomendaron algún que otro, por ejemplo "El Guachinche de la Huerta de Ana y Eva" que está en la Matanza de Acentejo. Pero creo que todos son muy similares. Abundante comida por poco precio.
Playa Bollullo
Después de llenarnos totalmente de comida y que incluso tuviéramos que pedir táper para llevar. Decidimos pasar la tarde relajados en la Playa de Bollullo. Una gran elección.
En esta playa fue donde encontramos uno de los mejores ejemplares de lagarto canario que hemos visto en todo el viaje por las islas canarias. En el parque del Drago de Icod de los Vinos había una pequeña exposición de cómo ha desaparecido el Lagarto gigante Canario a lo largo de la historia. En El Hierro es uno de los pocos sitios donde aun quedan algunos de estos ejemplares, de hecho fuimos a un lagartario dónde pudimos ver alguno. Estos que vimos en la playa, obviamente no se trata del lagarto gigante, sino del normal, pero aun así son preciosos.
Si quieres seguir descubriendo cómo fue nuestro viaje clica en la zona norte de Tenerife parte 2. Si quieres saber más sobre esta isla clica en la Isla de Tenerife.
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